Llega el verano austral a nuestras costas y nos encontraremos con una temperatura media entre los 21 y 25 ºC con agradables máximas en torno a los 30 ºC.

En esta época es importante hacer las reservas con antelación, estar preparado para tener más visitantes en las atracciones y carreteras con más vehículos y no olvidar el protector solar por la gran cantidad de horas de sol y la intensidad del mismo.

Surfea por la costa de Raglan y Taranaki, practica esnórquel, nada con delfines, monta en kayak y si prefieres la montaña ya sabes que en Nueva Zelanda encontrarás las mejores rutas de senderismo del mundo, paseos en bicleta y a caballo por un paisaje volcánico que te cautivará.

Cruza el océano y abandona la ropa de abrigo en casa, porque en la polinesia te espera el verano de tu vida, aquel que nunca podrás olvidar, porque lo que te ofrece Nueva Zelanda es tan inmenso, que si no vienes te arrepentirás siempre.

En el otoño y la primavera, a pesar de la disparidad climática entre ambas islas, tanto en la norte como en la sur, podemos hablar de temperaturas que rondan los 20 ºC. Son épocas ideales para evitar las multitudes pero disfrutar del sol y el buen tiempo por la inmensa mayoría del territorio “kiwi”.

El otoño comienza a principios de Marzo y resulta ideal para el senderismo y la práctica de todo tipo de deportes al aire libre, incluidos los acuáticos. La descarga de adrenalina está garantizada en todas las actividades con descenso de ríos, puenting, jet boats, circuitos en 4×4… hasta donde el cuerpo aguante! Además hasta el mes de Abril, la temperatura del mar sigue siendo lo suficientemente buena para darse un buen chapuzón!

De septiembre a noviembre la primavera inunda de color los parajes naturales más espectaculares que nunca hayas podido imaginar. El deshielo en las montañas descubre ante los atónitos visitantes espectaculares cascadas, en la naturaleza virgen más fantástica que jamás hayas visto en ningún otro lugar del mundo. Los días soleados se intercalarán con algún día más fresco y lluvias primaverales, pero la belleza de los paisajes en esta época lo superará todo! La popularidad de Nueva Zelanda en un mes como noviembre hará que ya en esta época pueda ser necesario que hagáis las reservas con cierta antelación.

¿Recuerdas la Tierra Media de las espectaculares trilogías de “El Señor de los Anillos” y “El Hobbit”? No te pierdas la excursión, organizada o por tu cuenta, a los distintos lugares de rodaje. Visita cada uno de los lugares como el el set de rodaje de Hobbiton, espectacular en esta época por su colorido o el Parque Nacional de Tongariro, lugares que desde la gran pantalla nos estremecieron por la grandiosidad de unos paisajes naturales desconocido para muchos. Un viaje sin duda distinto e inolvidable.

Comienza el invierno y con ello la temporada de esquí. Los días más frescos son perfectos para disfrutar los cientos de rutas marcadas de senderismo y bici y para relajarse en las decenas de “hot pools” volcánicas que podéis encontrar por todo el país.

Las temperaturas máximas medias oscilan entre los 10 ºC y los 16 ºC pero el “Norte sin invierno” apenas experimenta días verdaderamente fríos. En cambio en la isla Sur las heladas y nevadas son comunes y la variedad de actividades invernales junto con un esquí de primera clase mundial en lugares como Queenstown o Wanaka, atraen a visitantes y esquiadores de todo el mundo.

En el invierno austral además, exceptuando las estaciones de esquí, el número de turistas que encontraréis va a ser mucho menos por lo que podréis disfrutar de paisajes increíbles casi en total soledad y no será necesario reservar con tanta antelación como en otros meses

Junto a lo anterior el invierno es la mejor época del rugby y podréis tener la oportunidad de asistir al gran espectáculo de un partido de los “All Blacks” en casa. Pero sobre todo las impresionantes laderas de cráteres nevados y las aguas termales volcánicas esperándoos a última hora del día, así como la posibilidad de maravillarse ante una aurora austral adornan un paisaje irrepetible en otra época del año!

¿ Todavía te preguntas si merece la pena viajar en el invierno austral a Nueva Zelanda?